Me acabo de enterar del fallecimiento de Florin Opritescu, actor rumano al que tuve el placer de dirigir en uno de sus primeros papeles, y que luego encontró un merecido hueco como secundario en nuestra ficción. Una pena enorme, era un tio majísimo.

Florin Opritescu es hijo de Floricunta Opritescu e Ioan Opritescu. Florin Opritescu nació el 21 de septiembre de 1979 en Timisoara, Rumania. Estudió en Colegiul Banatean School y Liceul Sportiv Banatul Academy.
Florin ya mostraba un leve interés por el arte desde muy joven, por lo que su madre decidió llevarlo a la escuela de música “Flores” dirigida por Giovani Matasaru, para el examen de ingreso Florin solo tenía 6 años. Luego de un gran examen, Florin ingresó a la escuela donde se formó durante 5 años, aprendió a cantar y tocar la guitarra, y allí se enamoró del arte. Descubrió que había todo un mundo afuera, y si lograba transformarlo en un mundo de artes escénicas, su vida sería muy feliz. Sin embargo, Florin es un niño inquieto, quiere comprender y participar de todo lo que le rodea y, como cualquier niño de su edad, le interesan los deportes.
A los 9 años, con la ayuda de su padre, aprobó el examen de ingreso y entró en la escuela de fútbol Sarbianca Giuchici. Poco después, alternó el entrenamiento de fútbol con cursos de bádminton y taekwondo. Disfrutó de su entusiasmo por el deporte durante varios años, hasta que se lesionó en un partido de fútbol y se le desgarró el menisco, lo que le obligó a dejar de fumar a los 15 años.